Mezcla de lo victoriano con lo andaluz
| ACTUALIZADO 18.03.2012 - 12:51
El Hotel Reina Cristina es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad por su calidad arquitectónica y por ser parte importante de una época, y de las relaciones con Gibraltar. Sus paredes han sido testigo mudo de grandes acontecimientos de la historia.
En el antiguo Libro de Oro del hotel y reproducidas en dos placas a ambos lados de la recepción se recogen firmas de las personas ilustres que pasaron por allí: Alfonso XIII, Federico García Lorca, Franklin D. Roosevelt, mariscal Petain, los Reyes Juan Carlos y Sofía, Lord Halifax, Sir Arthur Conan Doyle, Charles de Gaulle, Juan Belmonte, Orson Welles, Ava Gardner, Rock Hudson y muchos más. Sirvió de alojamiento a varios asistentes a la Conferencia Internacional de Algeciras sobre Marruecos, en 1906.
Durante la Segunda Guerra Mundial, en el hotel se hospedaron espías alemanes e italianos encargados de controlar todos los buques que circulaban por el Estrecho. Los cuartos de baño se convirtieron en improvisadas cámaras oscuras donde se revelaban las películas que estos espías tomaban en Gibraltar, se indica en el tomo 3 de Historia de Algeciras, Arte y Cultura en Algeciras, editado por la Diputación de Cádiz.
Fue inaugurado en 1901 para dar respuesta a las necesidades de alojamiento derivada de la inauguración años antes de la línea del ferrocarril Algeciras-Bobadilla. Los terrenos en los que se asienta fueron propiedad de Guillermo Jaime Smith, vicecónsul del Reino Unido, que a finales del XIX vendió la compañía de ferrocarril conservando una parte de los terrenos, hoy Parque Smith, como vivienda.
El edificio original, de estilo colonial inglés, fue financiado por la compañía Henderson Aministrations, cuyo propietario Alexander Henderson fue promotor del ferrocarril. Debido a un cortocircuito, el hotel se incendió en 1928 siendo reconstruido con una planta más a partir del diseño de Guillermo Thomson, reinaugurándose en 1932. De tal acontecimiento hace referencia Alberto Pérez de Vargas en un artículo publicado en Europa Sur. En él hace referencia a un banquete y a la actuación del Sexteto Jazz Orquesta.
La nueva edificación mantenía la estructura general de estilo colonial inglés añadiendo elementos típicos de la arquitectura andaluza como correspondía al movimiento ecléctico de la época. El hotel se articula en torno a un patio central, decorado con motivos ornamentales islámicos, con cuatro brazos. Esto facilita la integración del edificio en los extensos jardines que lo rodean.
Se trata de una arquitectura abierta, en la que el espacio construido es tan importante como el jardín exterior. Tal y como se recoge en la citada Historia de Algeciras, en su diseño se funden componentes arquitectónicos basados en la más pura tradición británica con elementos específicamente coloniales y con detalles decorativos de la tradición islámico-andaluza.
En el jardín, las especies vegetales son en su mayoría originales de la primera etapa. Destacan las araucarias y palmeras de varias especies, habiendo sido alguna de ellas atacadas por el picudo rojo y posteriormente taladas.
En su obra La arquitectura inglesa en el Campo de Gibraltar, Ana Aranda Bernal destaca el estilo victoriano de Reina Cristina y de su asociado Reina Victoria, de Ronda, cuyos diseños corresponden a los arquitectos ingleses Thomas Edward Collcutt y Stanley Hamp. La autora menciona que ninguno de ellos se desplazó ni a Algeciras ni a Ronda, y que la realización estuvo a cargo de James Thomson, el arquitecto de la empresa.
Según el catálogo municipal, en el que figura como grado 3, se trata de un ejemplo de eclecticismo histórico-popular con futuras ampliaciones. Se puede encontrar información bibliográfica y documental de Antonio Rízquez, en el número 4 de la Revista Almoraima.
La Trocha hace referencia a un artículo de El Heraldo de Algeciras, de febrero de 1909, en el que se relata: "cuanto el sibaritismo ha inventado está en el Hotel Reina Cristina". Otro artículo, en este caso en ABC, relata el incendio iniciado "en el techo de madera de la habitación nº 89".
La Trocha recuerda que en octubre de 2009 el director del hotel solicitó la declaración del mismo como BIC, y apoyado por la comisión municipal de patrimonio.
En el antiguo Libro de Oro del hotel y reproducidas en dos placas a ambos lados de la recepción se recogen firmas de las personas ilustres que pasaron por allí: Alfonso XIII, Federico García Lorca, Franklin D. Roosevelt, mariscal Petain, los Reyes Juan Carlos y Sofía, Lord Halifax, Sir Arthur Conan Doyle, Charles de Gaulle, Juan Belmonte, Orson Welles, Ava Gardner, Rock Hudson y muchos más. Sirvió de alojamiento a varios asistentes a la Conferencia Internacional de Algeciras sobre Marruecos, en 1906.
Durante la Segunda Guerra Mundial, en el hotel se hospedaron espías alemanes e italianos encargados de controlar todos los buques que circulaban por el Estrecho. Los cuartos de baño se convirtieron en improvisadas cámaras oscuras donde se revelaban las películas que estos espías tomaban en Gibraltar, se indica en el tomo 3 de Historia de Algeciras, Arte y Cultura en Algeciras, editado por la Diputación de Cádiz.
Fue inaugurado en 1901 para dar respuesta a las necesidades de alojamiento derivada de la inauguración años antes de la línea del ferrocarril Algeciras-Bobadilla. Los terrenos en los que se asienta fueron propiedad de Guillermo Jaime Smith, vicecónsul del Reino Unido, que a finales del XIX vendió la compañía de ferrocarril conservando una parte de los terrenos, hoy Parque Smith, como vivienda.
El edificio original, de estilo colonial inglés, fue financiado por la compañía Henderson Aministrations, cuyo propietario Alexander Henderson fue promotor del ferrocarril. Debido a un cortocircuito, el hotel se incendió en 1928 siendo reconstruido con una planta más a partir del diseño de Guillermo Thomson, reinaugurándose en 1932. De tal acontecimiento hace referencia Alberto Pérez de Vargas en un artículo publicado en Europa Sur. En él hace referencia a un banquete y a la actuación del Sexteto Jazz Orquesta.
La nueva edificación mantenía la estructura general de estilo colonial inglés añadiendo elementos típicos de la arquitectura andaluza como correspondía al movimiento ecléctico de la época. El hotel se articula en torno a un patio central, decorado con motivos ornamentales islámicos, con cuatro brazos. Esto facilita la integración del edificio en los extensos jardines que lo rodean.
Se trata de una arquitectura abierta, en la que el espacio construido es tan importante como el jardín exterior. Tal y como se recoge en la citada Historia de Algeciras, en su diseño se funden componentes arquitectónicos basados en la más pura tradición británica con elementos específicamente coloniales y con detalles decorativos de la tradición islámico-andaluza.
En el jardín, las especies vegetales son en su mayoría originales de la primera etapa. Destacan las araucarias y palmeras de varias especies, habiendo sido alguna de ellas atacadas por el picudo rojo y posteriormente taladas.
En su obra La arquitectura inglesa en el Campo de Gibraltar, Ana Aranda Bernal destaca el estilo victoriano de Reina Cristina y de su asociado Reina Victoria, de Ronda, cuyos diseños corresponden a los arquitectos ingleses Thomas Edward Collcutt y Stanley Hamp. La autora menciona que ninguno de ellos se desplazó ni a Algeciras ni a Ronda, y que la realización estuvo a cargo de James Thomson, el arquitecto de la empresa.
Según el catálogo municipal, en el que figura como grado 3, se trata de un ejemplo de eclecticismo histórico-popular con futuras ampliaciones. Se puede encontrar información bibliográfica y documental de Antonio Rízquez, en el número 4 de la Revista Almoraima.
La Trocha hace referencia a un artículo de El Heraldo de Algeciras, de febrero de 1909, en el que se relata: "cuanto el sibaritismo ha inventado está en el Hotel Reina Cristina". Otro artículo, en este caso en ABC, relata el incendio iniciado "en el techo de madera de la habitación nº 89".
La Trocha recuerda que en octubre de 2009 el director del hotel solicitó la declaración del mismo como BIC, y apoyado por la comisión municipal de patrimonio.


